jueves, 17 de octubre de 2013

Capítulo 11: Exigencias Fallidas

Capítulo 11: Exigencias fallidas
-¡Suéltame! ¡Suéltame que me cargo a ese cabrón! -Aeryn pataleó en el aire mientras Shin la tenía cogida de la cintura.- ¡Shin, suéltame o te morderé!
El chico permanecía impasible hacia las amenazas de la chica. Notaba como se le escurría de las manos. Desde abajo, Aeryn pudo ver más claramente el contraste de su pelo moreno con sus achinados ojos azules cielo, que hacían que Shin pareciera más blanco aún de lo que era.
«Es realmente guapo» pensó la chica. Y esa chupa de cuero que llevaba el japonés le hacía seguir pensando más en ello. «Ahora entiendo por qué llevo casi dos años colada por él»
Embobada en sus pensamientos no se da cuenta de como Shin se acerca a su oreja hasta que le susurra, asustándola:
-Bueno, si me haces el favor de dejar de gritar y de tranquilizarte lo agradecería mucho. -Aeryn no parecía muy convencida, con lo cuál añadió- Por mí, por favor.
Ya está. No hacía falta que le dijera nada más. La chica calló de inmediato y entonces se dió cuenta de como la tenía cogida por la cintura. Enrojeció y se deshizo del agarre con el que la había arrastrado hasta la orilla del grupo.
Casi pudo llegar a distinguir un pequeña sonrisa triunfadora en los labios del chico. Volvieron juntos con los demás.
                                               ~o-o-o~
«Morgana estaba encerrada. Por los Meshirs superiores. Para evitar... -La voz de Elvia dió un suspiro, dándose cuenta de lo que significaba.- Ha empezado. -Sentenció la shir.- Ya había durado esto demasiado tiempo después de 1700 años.»

«Hay que hacer una reunión o será igual de desastroso que la última vez. Los cuatro. ¿Donde coño esta Gaia?  -Ahora hablaba Alastor, que entendió a que se refería Elvia.-»
Otra voz resonó, haciendo un leve carraspeo para llamar la atención. Morgana.
«Os corrijo, los Cinco. -Dijo ella indignada de que se olvidaran de ella.-»
« Por favor - Ahora era Azrael, la voz venía de Shin.- Luego dicen que por qué me fui a un sitio tan siniestro como el Inframundo -Era palpable el tono de ironía hiriente típico de La Muerte en su voz.-  Morg, llevamos millones de años diciendo "Los Cuatros" ¿Te crees que por solo unos pocos 1700 años de nada vamos a empezar a  incluirte?»
Ellysse y Dylan empezaron a moverse inquietos, cruzándose de brazos y moviendo el pie al unísono.
-¡¿Pero quieren callar de una vez?! Va a explotarme la cabeza -Dijeron a la vez y de ipso facto los de se miraron al darse cuenta-
Ells caraspeó, quitándole tensión al asunto y como estaban todos callados aprovecho:
-Mirad -Dijo ella con los hombros encogidos.- No sé en que demonios estáis metidos, ni que sois, ni quiénes son esas voces y porque tengo yo una. Y la verdad es que preferiría vivir en la ignorancia -Paró y cogió aire para continuar. Estaba de los nervios, lo que le hacía hablar más rápido.- Pero por lo que veo yo estoy implicada en el asunto. Y mucho. -Miró a todos a su alrededor .- Así que lo diré una vez. -Levantó el dedo índice, mirando a todo el grupo- Quiero respuestas y las quiero ahora mismo.
-Te lo dije Cirene. -Dijo seca y rotunda Aeryn.- No es tonta, se ha dado cuenta de que algo no anda bien en ella -Señala con el brazo a Ellysse- Díselo.
-Los Meshirs jefes nos matarían a todos por decírselo.-Se arregló un poco su rebelde pelo rizado-
¿Y qué? -Dijo Aeryn con las brazos levantados hacia el techo, en un gesto de desesperación.- No somos soplones Cirene.
Shin, temiendo que la pelirroja teñida se pusiera como antes decidió acercarse. Solo por si acaso y la apoyó:
-Tiene razón, Weatherby. -Se apoyó en la pared más cercana, cruzado de brazos.- Ha escuchado demasiado, Cirene. Debe saberlo.
-Agh ya está bien. -La morena se llevó las manos a la cabeza y se estiró un poco el pelo- Haced lo que os de la gana, yo me desentiendo. Luego pasará algo malo y ahí estaré para reírme en vuestra cara. -Dicho esto se alejó de esos dos y se quedó con Sabine.
Se lo digo yo. -Dylan volvió a hablar después de un largo rato. A veces parecía que estuviera en su mundo pero se enteraba de todo lo que pasaba a su alrededor. Este cogió a la chica por los hombros y la miró fijamente con esos ojos azules celeste suyos.-  Verás Ellysse...
-No me llames Ellysse, ya sabes que no me gusta. -Refunfuñó la chica, hinchando un poco las mejillas.-
-No me seas tiquismiquis ahora S- digo Birdwhistle. -Dylan dió un bufido y rodó los ojos, poniéndolos en blanco. Prosguió.- Verás Ells tu no...
Esta vez le interrumpió un chico de pelo corto, liso y rubio con flequillo a un lado. Tenía unos peculiares ojos color avellana claros con una especie de aura dorada alrededor del iris.
Vestido con una camisa azul clara, unos vaqueros anchos negros y unas Converse del mismo color se metió dentro del grupito. Azrael no tardó en protestar.
«- ¿De todos los sitios que hay en esta sala tenía que venir el estúpido de Tab y su Elegido igual de estúpido? -La voz resopló, algo perezosa.- Con lo bien que estaba yo en mi Infierno... »
- ¿Tan poco le agrada a La Muerte tener cerca a La Vida? - Dijo el rubio con aires de superioridad.-
Para sorpresa de muchos fue Shin quién contestó:
-Te equivocas, Lawlife. Lo que no le gusta es tener que aguantar a un imbécil que solo por tener el don de dar la vida se cree que todo en este mundo es de perfecto y de color rosa.
El rubio se acercó amenazante a Shin, teniendo la cara a centímetros de la suya.
-Ten cuidadito con los que dices, Takatsushi- Dijo dándole golpecitos en el hombro con un dedo.-
-El que debería tener cuidado eres tú. Como muy bien has dicho soy La Muerte. -Una sonrisa digna de un trolleador profesional se puso en sus labios.-
-Ya vale ¿No? Dejaos de peleas. Luego dices que no me meta en peleas, así no das ejemplo.-Aeryn se puso en medio de los dos para separarlos. Suspiró, mirando a Shin y dijo.- Cirene ¿Donde está Gaia y Tara?
-La morena suspiró, encogiéndose de hombros.- ...Tara cayó en misión al parecer. Estamos buscando su cuerpo. No vamos a tener a Gaia esta vez para esto.
-Esto no me gusta. No me gusta nada ¿Que coño hacemos sin uno de los Cuatro con lo que se avecina? -Sabine empezó a jugar con sus dedos, nerviosa.-
-No entiendo nada, me da vueltas la cabeza. No puedo respirar... Parad de hablar. -Ellysse empezó a respirar muy deprisa. Ataque de ansiedad. Demasiada información junta que nadie le explicaba. Todo se oscureció a su alrededor.
                                               ~o-o-o~
-Por fin llegas. - Dijo el hombre desde las sombras, sin que se le viera el rostro.- ¿Tienes información para nosotros sobre la portadora de Morgana?
La figura, que también estaba en las en las sombras sonrió. Con un tono angelical dijo:
-Si supiera todo lo que sé de ella, señor... Toda su vida. Pero tendré que contárselo rápido o se darán cuenta de mi ausencia. Y ninguno de los dos queremos eso.
-Está bien, cuéntame todo lo que sepas, ma merch.
La figura se acercó hacia el hombre que le daba órdenes y entonces empezó a hablar.
                                               ~o-o-o~
Todo oscuro. No veía nada a su alrededor, pero si que escuchaba como susurros fuera de donde demonios estuviera. Decidió quedarse como estaba un rato más, estaba bastante cansada. Supuso que se desmayó o algo así por un ataque de ansiedad de los suyos. A los minutos abrió un ojo, dejando ver su verde en él e inspeccionó la habitación.
Paredes rojas se cernían sobre ella, con una luz cegadora que provenía de la lámpara metálica colgada del techo. Un armario empotrado de madera oscura estaba a su izquierda, un pequeño tocador de madera del mismo tono que el armario estaba en frente suya, un poco más a la derecha de este estaba la puerta. A su derecha, una ventana que ocupaba la mitad de la pared y tenía unas cortinas grises a los lados.
Palpó con las manos el tejido que tenía bajo ella. Satén. Era muy suave y agradable al tacto de Ellysse. Apoyó el codo sobre lo que tenía debajo suya, una cama con un edredón gris a juego con las cortinas y la lámpara.
Se levantó despacio, algo mareada y se acercó con sigilo hacia la puerta, apoyando la oreja en la puerta y escuchando. Parecía la voz de Cirene y Dylan, como no, discutiendo. Esto no le sorprendió ya mucho.
-... ¿Y que coño le vas a decir Dylan? ¿Qué no es una humana cualquiera? ¿Qué tiene un don especial que la gente normal no tiene? -Hizo un "tsk" con la boca- Te tomará como un loco. No te creerá. -Se escuchó un pasos en círculos y un resoplido por parte de la morena.- Lo mejor es no decirle nada. Ya has oído lo que ha dicho Elvia en la reunión, lo que se avecina si despierta del todo. Es un peligro, lo mejor es que siga con su vida de humana como antes, en la ignorancia.
-Pues que me tome como un loco, Cirene. Además, Sherly me ha dicho que sus padres no son los biológicos ¿Crees que no investigará sobre ellos? Querrá saber de sus raíces. Tus exigencias van a ser fallidas, si no lo decimos nosotros se enterará por su cuenta, y será peor. -Dijo con tono molesto y harto de una discusión que no llegaba a ningún lado- Pues le diré lo que es, pequeña Weatherby. Le diré que ha nacido con el don de los meshir, el poder de estar ligada con... -La voz de Dylan dejó de escucharse. Ellysse estaba en su propia mente y no escuchaba nada. No quería.-
Ahora lo entendió. Apoyó la espalda en la puerta y se dejó caer poco a poco al suelo, abrazándose las rodillas y escondió el rostro entre el hueco que dejaban sus rodillas y su cuerpo mientras terminaba la frase de Hellsbeak en su cabeza.
«El poder de estar ligada con dioses»